miércoles, 10 de septiembre de 2008

Que es lo que pasa en el medio de un desierto, en el cual lo único que se escucha es el viento, por que las palabras no existen. Que las pocas miradas, una, dos, tres no llegan a seis, se mezclan y la complicidad hace que todo quede muerto. En vistas cansadas, tristes de las verdad que sucedió por una tontería infantil de disparar al viento con invento de juegos, pero el trasfondo deja de ser juego y se vuelve realidad, cuando los cabellos color oro se tiñen de rojo y su piel blanca se convierte en ceniza. Todo sea por todo, todo sea por anda, hay acusaciones inciertas que sólo esas miradas cómplices conocen por que al escaparse entre emdio de las tormentas de arena con lágrimas en los ojos, sin culpar al viento, se emprende la corrida.
Y si al otro aldo del mundo se encuentra una persona con pensamientos que parecen tan graves como lo que se llevo el desierto, como aquel ruido del correr de la arena, pero en este caso sin ruido. Solamente lágrimas descaradas que corren por un pómulo semi pálido como consecuencia de la mounstrosa mirada humana, que refleja desprecio que lastima. Para aquella que esucha ni olvida y se sambuye en el pesado vaivén de perder y con colores, agua y música simulada en sus oídos, trata así salir de ese vaso de agua en el que cayó pero que cada vez es mas profundo y esta mas vacío.



de Babel lo que sale al ver la tristeza del amor, el odio, lo humano


liviana new age..

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