Estupida... esa palabra resuena en mi cabeza, no solo quiero quedarme con eso. Pero siento esa necesidad de abofetear y poner la otra mejilla para la situación. Ese libro tuyo, tus reflexiones, a una semana de la felicidad, no creo que plena, pero en sí alegría y entusiasmo. Dejá de pensar, de analizar y analizarme, esa invasión en mi mente que siento cuando me invadis esos razonamientos que el viento escucha pero no mis oídos. Ahora que todo esta derrumbado, caiste en la creencia del resto, en esa generalización. Esta sensación horrible que me invade me hace sentir una mierda. Pero no te comprendo, complicas las palabras, las torcés, le buscas esa vuelta de tuerca, mientras vas lastimando de a poco, con esa piera que me tiras, practicamente soy yo. Eso no es del todo cierto, no es real y me siento dolida. Si bien desde un primer momento sabía...