domingo, 3 de mayo de 2009

Cristales caen y se convierten en nada mas que una simple gota de agua dispersa sobre el teclado, con una rosa que arroja pétalos como compañía del lamento. Muchas teclas y pocas melodías, miles de pensamientos fugaces a miles de kilómetros por hora, traspasan y tocan fondo, las lagrimas derramadas formando un charco de agua cristalina tan pura, corrompida molestada y afligida de dolor y penas, oculta tras una sonrisa somnolienta su recuerdo, solo el cristal salino que cae de los ojos sabe la verdad y la mentira...

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